El Jubileo de 2025 es un tiempo especial para ganar la INDULGENCIA y es un tiempo privilgiado para conseguir eliminar las Consecuencias del Pecado en mi vida.
Las penas del pecado
El pecado tiene una doble consecuencia.
Primera consecuencia:
LA PENA ETERNA
El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la “pena eterna” del pecado.
Segunda consecuencia:
PENA TEMPORAL
Todo pecado entraña un apego desordenado a las criaturas que es necesario purificar, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el Purgatorio. Esta purificación libera de lo que se llama la “pena temporal” del pecado. (CEC 1472)
¿Cómo se quitan?
Ante la pena eterna:
CONFESIÓN SACRAMENTAL
Para la pena eterna está la confesión sacramental:
El perdón del pecado y la restauración de la comunión con Dios entrañan la remisión de las penas eternas del pecado (CEC 1473).
Ante las penas temporales:
MUCHAS POSIBILIDADES
Pero las penas temporales del pecado permanecen. El cristiano debe esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase y, llegado el día, enfrentándose serenamente con la muerte, por aceptar como una gracia estas penas temporales del pecado; debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad, como mediante la oración y las distintas prácticas de penitencia, a despojarse completamente del “hombre viejo” y a revestirse del “hombre nuevo” (cf. Ef 4,24) (CEC 1473).
El otro medio es la indulgencia concedida por la iglesia en determinado tiempo, lugar o situación.
Aqui puedes bajar el Documento completo: Boletin Parroquial Adviento 4 2024
Pbro. Raul Diaz Quiroz
Vicario General de Pastoral
Dicoesis de Chlpacingo-Chilapa
